El hijo mayor de la princesa Diana se sinceró sobre la muerte de su madre
Han pasado ya casi dos décadas desde que la súbita muerte de la princesa Diana, víctima de un accidente de tráfico en París en agosto de 1997, dejara al mundo profundamente conmocionado, una dramática pérdida que sigue muy presente en la vida de su hijo mayor, el príncipe William, quien se acuerda de su adorada madre a diario y no duda en hablar abiertamente de lo mucho que le ha marcado su ausencia.
Acompañado de su esposa Kate, el duque de Cambridge visitó recientemente el centro médico para enfermos terminales Keech Cottage en Luton, donde tuvo la oportunidad de conocer a fondo el caso de Ben Hines, de 14 años, que perdió a su madre el año pasado, además de aconsejarle que el mejor remedio para sobrellevar su sufrimiento era expresar sus emociones junto a sus tres hermanos.
“Sé cómo te sientes. Echo de menos a mi madre todos los días y hace ya 20 años que murió. Es normal estar triste. Como son cuatro hermanos tienes que aprender a comunicarse mejor. Éste es un claro ejemplo de que necesitan muchas horas de conversación. El tiempo hace que todo se vuelva más sencillo. Lo importante es que los animes a hablar de sus sentimientos como familia. Pero es normal sentirse así, es lógico que la eches de menos”, consoló el príncipe en un vídeo recogido por la institución.
Antes de dar por finalizada la charla, William se quiso asegurar de que los jóvenes habían entendido la importancia del consejo que les había transmitido: “Prometedme que hablarás con ellos”.
“Lo prometo, señor”, contestó Thomas, hermano mayor de Ben.
La misión fundamental de la fundación visitada por el nieto de Isabel II consiste en asistir a los enfermos terminales para que pasen sus últimos días libres de los síntomas y el dolor derivados de su dolencia, así como acompañados de sus familiares. Al mismo tiempo, ofrece ayuda psicológica a todos aquellos que han sufrido la muerte de un ser querido a través de distintas terapias y actividades.
