Los destinos acuáticos abundan a nivel mundial, no hay nada más relajante que entrar a una gran alberca.
Marina Bay Sands – Singapur
Esta piscina infinita, suspendida a más de 200 metros de altura, es una obra maestra de la arquitectura y el diseño urbano. Recorre el borde del rascacielos y ofrece una vista panorámica del skyline de Singapur como pocas en el mundo.
Su acceso está reservado exclusivamente para huéspedes del hotel, lo que la convierte en una experiencia tan exclusiva como inolvidable. Al amanecer, el cielo rosado se funde con el agua; al anochecer, las luces de la ciudad se reflejan como un espejo líquido.
COMO Laucala Island – Fiyi
En esta isla privada, cada villa de lujo cuenta con su propia piscina infinita, perfectamente integrada al entorno natural. Algunas se funden con el mar, otras con jardines tropicales, y todas comparten un principio: ofrecer una experiencia de relajación profunda en total privacidad.
La arquitectura combina materiales locales con un diseño moderno, logrando un equilibrio entre lujo y naturaleza. Es un destino soñado para quienes buscan escapar del mundo... sin renunciar a nada.
The Ritz‑Carlton – Hong Kong
Esta piscina cubierta no solo es lujosa, es literalmente la más alta del mundo. Con ventanales de piso a techo, ofrece una vista privilegiada del Puerto Victoria y el horizonte urbano de Hong Kong.
El ambiente está pensado para desconectar: luces LED bajo el agua, música relajante y un diseño que combina modernidad y serenidad. Nadar aquí es como flotar en el cielo, envuelto por una ciudad vibrante que se extiende hasta el horizonte.
Estas tres piscinas representan lo mejor del lujo contemporáneo: alturas imponentes, entornos de ensueño y diseño pensado para quienes buscan algo más que vacaciones. Son destinos en sí mismos, postales vivas que se disfrutan tanto en persona como en redes sociales.