El espíritu navideño ha llegado oficialmente al Castillo de Windsor, uno de los palacios reales más icónicos del Reino Unido. Como cada año, el recinto fue decorado con impresionantes arreglos festivos que convierten sus históricos salones y espacios ceremoniales en un auténtico espectáculo visual.
Entre los principales atractivos se encuentra el imponente abeto nórdico de más de seis metros de altura instalado en St George’s Hall, uno de los espacios más emblemáticos del castillo. El árbol, cuidadosamente adornado con miles de luces y ornamentos clásicos, se erige como el corazón de la decoración navideña.
Durante este periodo, visitantes de todo el mundo pueden recorrer los apartamentos estatales y áreas públicas del castillo, ambientadas con arreglos tradicionales, guirnaldas, coronas y detalles históricos que reflejan siglos de tradición real. Cada espacio combina la arquitectura gótica del recinto con una estética cálida y solemne propia de la Navidad británica.
La decoración de temporada no solo celebra las fiestas, sino que también resalta la riqueza patrimonial del castillo, creando una experiencia inmersiva donde historia, simbolismo y celebración convergen. Año tras año, el Castillo de Windsor se consolida como uno de los destinos navideños más visitados y fotografiados del país.
Con esta puesta en escena, Windsor reafirma su papel como punto de encuentro entre la tradición monárquica y el espíritu festivo, ofreciendo a los visitantes una de las celebraciones navideñas más elegantes y memorables de Europa.