Te contamos cuáles son algunos rituales para aprovechar el período de más suerte del año. El Portal del León 2025 del 8 de agosto de 2025 es la alineación energética más poderosa del año.
Cada año, el 8 de agosto se abre un portal cósmico, una oportunidad para conectar con nuestra esencia más luminosa. Este fenómeno energético alcanza su punto culminante el 8/8.
Aunque no es un evento astronómico visible, el Portal del León, es reconocido en la comunidad espiritual por su profunda carga vibratoria, la cual se activa a través de factores clave.
La vibración numérica del 08/08, es una fecha poderosa, ya que el número 8 representa el infinito, la abundancia, el equilibrio entre materia y espíritu.
Este Portal que ocurre cada 8 de agosto, es un momento de activación energética que invita al liderazgo personal, la manifestación consciente y el ejercicio de un poder que irradia.
Esta energía cósmica especial es considerada un momento de gran poder energético, una ventana cósmica que se abre para la manifestación y la transformación personal.
“Durante los portales, la energía cósmica fluye con mayor intensidad hacia la Tierra, lo que puede influir en nuestras emociones, pensamientos y acciones. Son como ‘ventanas’ que se abren hacia el universo, permitiéndonos conectar con algo más grande que nosotros mismos”.
Es un fenómeno esotérico, es un momento simbólico que invita a detenerse, revisar lo sembrado y dar pasos concretos hacia lo que se quiere lograr. En el centro de este portal está el número 8, símbolo de abundancia, éxito y equilibrio. Representa la unión entre el mundo material y el espiritual.
Uno de los rituales que te recomendamos realizar este viernes es el baño de limpieza energética con laurel, girasol y miel. Preparar una infusión con hojas de laurel, pétalos de girasol y una cucharada de miel.
Después del baño regular, vierte esta mezcla desde la cabeza hasta los pies, con intención. Mientras lo haces, visualiza cómo se disuelven bloqueos, miedos y creencias limitantes sobre dinero o merecimiento.
Mientras el agua corre sobre ti, di en voz alta: “dejo ir todo lo que ya no me sirve. Me abro al flujo amoroso de la vida”.