La Met Gala es uno de los eventos más esperados y exclusivos del año. Cada primer lunes de mayo, el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York se convierte en la pasarela más codiciada del mundo, pero… ¿quién puede realmente asistir?
Ser invitado por Anna Wintour
La editora en jefe de Vogue y presidenta del evento tiene el control absoluto de la lista de invitados. Incluso si una marca compra una mesa entera, los nombres deben ser aprobados por ella. Celebridades, diseñadores, modelos y creativos del momento son seleccionados con base en su relevancia y su vínculo con la industria de la moda.
Formar parte de una marca patrocinadora
Marcas como Dior, Gucci o Louis Vuitton compran mesas por cifras que rondan los $300,000 USD. Luego invitan a artistas o embajadores para representar su firma en la gala, usualmente con looks personalizados diseñados exclusivamente para esa noche.
Pagar una entrada… con invitación previa
Aunque existe la posibilidad de asistir pagando una entrada individual —que en 2025 asciende a $75,000 USD— esto solo es posible si se recibe previamente una invitación oficial. No es un boleto de venta pública ni abierto al público general.
Ser parte del equipo creativo o de producción
Diseñadores, maquillistas, estilistas, fotógrafos y miembros del staff logístico pueden estar presentes, aunque no necesariamente desfilan por la alfombra. Su rol es clave, pero no son parte del evento en calidad de invitados.
Representar una causa o institución cultural
En ocasiones, figuras del arte, la ciencia o el activismo han sido invitadas por su influencia en la cultura contemporánea. La gala no solo celebra la moda, también recauda fondos para el Instituto del Vestido del Met.
En resumen, la Met Gala no es solo un desfile de celebridades: es un evento altamente curado donde la influencia, la creatividad y las conexiones pesan tanto como el presupuesto. Más que un boleto, se necesita formar parte del universo que la moda celebra.