Hablar de moda contemporánea sin mencionar a Philippine Leroy-Beaulieu es imposible. La actriz francesa se ha convertido en un verdadero ícono de estilo gracias a una presencia en la serie de “Emily in Paris”, que combina seguridad, sofisticación y una clara postura.
La moda no tiene edad. Con cada aparición, demuestra que el estilo es una actitud que se afina con el tiempo.
Silueta impecable en Balenciaga
Para uno de sus momentos más comentados, Philippine Leroy-Beaulieu apostó por un vestido verde esmeralda de silueta estructurada y hombros descubiertos durante el desfile de Balenciaga en la Paris Fashion Week.
La nueva era de Sylvie, en Ferragamo
Vestida con un Ferragamo Fall 2025, Philippine Leroy-Beaulieu reafirma por qué su presencia define el ADN visual de Emily in Paris. El vestido rojo, de silueta precisa y textura protagónica, dialoga con la arquitectura veneciana y anticipa una temporada marcada por el poder, la sofisticación y la seguridad personal.
Elegancia en la pasarela
Philippine Leroy-Beaulieu confirma su estatus como ícono absoluto al desfilar en el show “Le Défilé: Liberté, Égalité, Sororité – You’re Worth It” de L’Oréal Paris. Con un vestido negro de líneas limpias y escote profundo, la actriz encarna una feminidad segura y poderosa que celebra la belleza real en todas sus etapas.
Transparencias con carácter Saint Laurent
En el photocall de Paris Fashion Week, Philippine Leroy-Beaulieu apostó por un look Saint Laurent Primavera–Verano 2025 que equilibra sensualidad y control absoluto. Las transparencias, trabajadas con precisión, revelan sin imponerse, mientras la silueta estructurada refuerza una estética audaz y sofisticada.
Schiaparelli Haute Couture
Philippine Leroy-Beaulieu asistió al desfile Schiaparelli Haute Couture Otoño–Invierno 2025/2026 con un vestido marrón de inspiración escultórica que dialoga con el ADN surrealista de la maison. La silueta asimétrica, los drapeados precisos y el tono profundo refuerzan una elegancia madura y consciente
En cada aparición, Philippine Leroy-Beaulieu demuestra que el estilo no responde a tendencias pasajeras, sino a una identidad bien construida. Sus elecciones —de Schiaparelli a Saint Laurent y Ferragamo— consolidan una narrativa donde la moda es lenguaje, presencia y poder. Más que vestir prendas icónicas, las transforma en declaraciones: la elegancia evoluciona, la actitud permanece y el verdadero lujo es saber quién se es.