El hijo mayor de Khaled bin Tatal Al Saud, quedó en coma tras sufrir un accidente automovilístico los 15 años, cuando estudiaba como cadete militar en la escuela militar en Londres.
Debido al accidente, el príncipe sufrió graves lesiones cerebrales y una hemorragia interna, por lo que fue trasladado y hospitalizado a la Ciudad Médica Rey Abdulaziz, y a pesar de la atención médica inmediata que recibió en Londres, nunca recuperó la consciencia y estuvo conectado a un respirador durante años hasta su partida.
Durante las dos décadas que estuvo en coma, se consultó a varios especialistas de todo el mundo para intentar salvarle la vida al príncipe, sin embargo, tuvo reacciones físicas menores que le dieron esperanzas a la familia de que pudiera recuperarse pero no ocurrió así, su condición nunca mejoró.
La triste noticia de su fallecimiento la dio a conocer su familia a través de redes sociales y medios sauditas.
El príncipe permaneció en estado vegetativo, siendo atendido de manera intensiva por su familia, especialmente por su padre, quien siempre se mostró esperanzado en su recuperación.
Durante años, imágenes y videos del príncipe en su cama hospitalaria fueron compartidos por sus familiares. En ocasiones, algunos movimientos mínimos, como un pestañeo o el intento de levantar la mano, avivaron la esperanza de que podía despertar.
El funeral del príncipe se llevará a cabo este domingo en Riad, Arabia Saudita, donde lo despedirán sus familiares.