El príncipe Andrés está atravesando momentos de tensión por el futuro que le depara a su vivienda. Y más allá de eso, por pensar en dónde podría habitar él. Un tabloide británico reportó que la residencia de Andrés tendrá un par de arreglos que requieren que el príncipe se salga, pero esto puede ser perjudicial porque podrían ‘vetarlo’ de por vida.
El príncipe Andrés está preocupado por su estancia en el ‘royal lodge’
De acuerdo con el Daily Mail, la mansión de Andrés valuada en £30 millones requiere reparaciones —incluyendo quitar el techo—, pero una fuente comentó que “Andrés, para bien o mal, teme que sea desalojado permanentemente si deja la propiedad, incluso temporalmente”.
“Las reparaciones del techo están agendadas a finales del verano, lo cual tomará varios meses en completarse, y ya le advirtieron que debe alejarse de la casa, de lo contrario sería problemático. Pero es reacio a irse”, explicó la fuente.
Así es Royal Lodge, la residencia del príncipe Andrés
Detallan que esta propiedad la adquirió Andrés con su dinero de la herencia, y que él mismo desembolsará para las renovaciones. “Originalmente querían que Andrés se fuera de Royal Lodge para que la propiedad pudiera ser renovada y preparada para nuevos inquilinos”, dijo la fuente. “Pero él está decidido a que, ya que le quedan muchos años de contrato de arrendamiento y ha gastado millones de su propio patrimonio en arreglar el lugar, no va a dejar su hogar. Él siente muy firme, tal vez con cierta justificación, que están cambiando las reglas de repente y es enormemente injusto. Nadie sabe cómo se resolverá, pero Andrés es insistente. Claramente fue conveniente para Harry y Meghan irse de Frogmore Cottage ya que estaban pagando por una propiedad que no usaban realmente. Pero Royal Lodge es el hogar de Andrés”.
Esta residencia pertenecía a la reina Madre y cuenta con 30 habitaciones. Está localizada en Windsor Great Park y aquí vivieron Andrés, Sarah Ferguson y sus dos hijas, Beatriz y Eugenia. De hecho, Fergie vive aquí desde 2008 a pesar del divorcio. Tiene una alberca, una capilla privada y cuatro propiedades separadas para los empleados; cuenta con extensas áreas verdes y los cuartos están adornados por candelabros y muebles estrafalarios. No es una residencia abierta al público, así que solamente se le puede ver en esporádicas imágenes.
