La princesa Diana, conocida por su carisma y cercanía con la gente, también dejó un legado de amor maternal que trasciende las normas y expectativas de la realeza. Su participación en eventos deportivos escolares de sus hijos, el príncipe Harry y el príncipe Guillermo, es un testimonio de su dedicación y deseo de ofrecerles una infancia lo más normal posible.
Lady Di, desafinado el protocolo en la escuela Wetherby
El evento más destacado ocurrió durante los días deportivos anuales de la escuela Wetherby, donde estudiaban sus hijos.
En 1991, Diana no solo asistió como espectadora sino que participó activamente para levantar el ánimo de sus hijos, especialmente de un desanimado príncipe Harry, que no había tenido éxito en una carrera de sacos.
Sin dudarlo, Diana se quitó los zapatos y se unió a la carrera de sprint sobre hierba junto con otras madres. Vestida con un jersey negro y una falda plisada vaporosa, corrió con entusiasmo hacia la meta, aunque no ganó, su actitud competitiva y alegre se ganó los corazones de todos los presentes.
princess diana breaking royal rules by participating in prince william's school rally for mother's day, she in fact also won the race pic.twitter.com/jxyU7NQBlJ
— popculture (@notgwendalupe) January 7, 2024
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Una madre sin precedentes en la realeza
Este comportamiento de Diana no era habitual en miembros de la Familia Real británica, quienes suelen adherirse estrictamente a un código de conducta más reservado y formal.
Sin embargo, Diana frecuentemente se saltaba estas normas para asegurarse de que sus hijos tuvieran experiencias enriquecedoras y amorosas.
Participó en las competiciones escolares en varias ocasiones, incluyendo los años 1989 y 1990, en las cuales siempre mostró una gran espíritu deportivo y un inquebrantable apoyo a sus hijos.
👸🏼 Princess Diana Race 2
— Samoudi 🎙🎥 (@SamyrHamoudi) December 23, 2023
You can see she loved to run, and loved to run fast !!! 🕊️ pic.twitter.com/GnR3J6U8XX
Recuerdos duraderos para el príncipe Harry y el príncipe Guillermo
Más allá de estos eventos, Diana se esforzó por pasar tiempo de calidad con sus hijos, participaba en actividades como juegos en la arena, carreras en motos acuáticas, y escapadas a la nieve.
Se llevó a los príncipes en sus viajes de Estado siempre que fue posible y les proporcionaba un cálido recibimiento al regresar a casa. Harry y Guillermo recuerdan con cariño estos momentos, especialmente los abrazos de su madre, los que suelen describir como los más fuertes y reconfortantes.
La princesa Diana sigue siendo una figura admirada y querida por su capacidad de equilibrar sus deberes reales con el amor incondicional hacia sus hijos y su constante buen trato con la gente sin importar su estatus.
Su disposición a romper el protocolo por el bienestar emocional de Harry y Guillermo dejó una huella indeleble en la memoria colectiva y continúa influenciando las prácticas de la familia real hoy en día. A través de su vida, Diana demostró que ser madre venía antes que cualquier título o responsabilidad real, un legado de amor y humanidad que perdura.
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