Tras recibir el diagnóstico de demencia frontotemporal, la vida de Bruce Willis cambió principalmente en el plano profesional ya que tuvo que retirarse de la pantalla por las complicaciones que presenta.
Por otro lado, en el plano familiar se ha distanciado de su familia y muestra frialdad ante actividades que antes disfrutaba hacer. Al principio, su esposa Emma decidió estar al cuidado de su esposo por su cuenta, pasando noches en vela para estar pendiente de lo que necesitara. Sin embargo, recientemente contó que fue su hijastra Scout quien le hizo ver que necesitaba apoyo profesional, por lo que tomó la decisión de que Willis viviera en otra casa con cuidadores las 24 horas.
Emma Heming compartió que decidió trasladar a su esposo a una casa donde recibe atención 24/7, para priorizar la estabilidad de sus hijas. “Fue una de las decisiones más difíciles que he tenido que tomar hasta ahora. Pero sabía, ante todo, que bruce querría eso para nuestras hijas, él querría que ellas vivieran en un hogar pensado para ellas, no para su enfermedad”.
Cabe mencionar que la vivienda donde ahora reside Bruce Willis no está lejos del hogar donde Emma vive con sus hijas Mabel de 13 años y Evelyn de 11.
A pesar de estar aislado, Bruce comparte momentos con sus hijas, “lo ven mucho, desayunan y cenan con él varias veces a la semana”.
La drástica decisión no estuvo exenta de cuestionamientos en redes sociales, por lo que Heming respondió con un mensaje en su cuenta de Instagram. “Las opiniones son tan fuertes y tan ruidodas. Pero si no tienen esta experiencia, no tienen derecho a opinar. Y definitivamente, no tienen derecho a decidir”, dijo.
La modelo dijo que las críticas afectan también a los cuidadores. “Compartir abiertamente puede invitar opiniones, pero lo más importante es que crea conexión y valida a quienes realmente viven el día a día del cuidado. Para ellos comparto esto, para construir un vínculo más profundo con una comunidad que entiende este camino”.
Además, recordó que existen cambios en el comportamiento del actor que han transformado su dinámica familiar, debido a que la enfermedad que padece afecta a las áreas del cerebro relacionadas con la personalidad, el comportamiento y el lenguaje.
“Para alguien tan conversador y participativo, empezó a volverse más callado. En las reuniones familiares, simplemente parecía derretirse un poco, más frío, más distante. No era el Bruce cálido y afectuoso de siempre, y eso fue alarmante”.
Finalmente, Emma Heming mencionó que han encontrado formas de adaptarse a los cambios que ha presentado Bruce. “El cerebro lo está abandonando. El lenguaje se va. Pero hemos aprendido a adaptarnos y encontramos nuevas formas de comunicarnos con él”.