El controversial documental no autorizado sobre Kanye West ha generado un intenso debate en redes sociales. En él, se muestran videos inéditos del rapero alzando la voz en discusiones con Kris Jenner y otros miembros de su propia familia. Estas escenas han impactado al público, pues incluso se observa a Kim Kardashian rompiendo en llanto y afirmando que con Kanye no se puede tener una conversación porque siempre termina gritando.
No voy a ver el documental de Kanye y definitivamente no voy a dejar que North lo vea tampoco.
El filme no autorizado revela que Kanye West se mudaba con frecuencia de estado sin avisarle a Kim, al punto de enterarse por los medios de comunicación de su mudanza a Chicago. Para ese entonces, Kim buscaba brindarle a sus hijos un entorno estable, algo imposible por las constantes decisiones de su exesposo. Pese a todo, en su reality show “The Kardashians” nunca habló mal de él, priorizando la privacidad y la imagen paterna ante sus hijos.
Uno de los puntos más destacados es cómo Kim Kardashian decidió, incluso bajo presión mediática, no ventilar detalles privados de su matrimonio en televisión. Su prioridad era que sus hijos crecieran sin ver a su madre hablando negativamente de su padre.