En un momento en que todo parece girar en torno al streaming, Rosalía rompe el molde. Su nueva campaña apuesta por el regreso del álbum físico como pieza de colección, y lo hace con una jugada arriesgada: incluir canciones exclusivas que no estarán disponibles en plataformas digitales.
Con esta decisión, la artista española reivindica la música como objeto de valor, no como producto de consumo rápido. En lugar de centrarse en los récords de reproducciones, Rosalía busca reconectar con la experiencia de escuchar, guardar y poseer un disco.
¿Nadie compra discos físicos?
Las cifras hacen aún más potente su mensaje: en 2024 se vendieron 33 millones de CDs en Estados Unidos, frente a los 100 millones de hace una década. Pese a ello, Rosalía demuestra que el formato físico sigue teniendo poder, sobre todo cuando lo acompaña una propuesta artística auténtica.
Su campaña no solo celebra la nostalgia, plantea una nueva forma de exclusividad musical. En tiempos dominados por algoritmos, Rosalía devuelve a los oyentes el placer de tener algo único, tangible y solo suyo.