Stella del Carmen y el empresario Alex Gruszkynski se casaron en una íntima y lujosa boda en un monasterio de Valladolid, España. La ceremonia se llevó bajo estrictas medidas de seguridad para evitar cualquier filtración.
La celebración reunió a varias estrellas en la Abadía Retuerta LeDomaine, un monasterio del siglo XII convertido en hotel de lujo, que destaca por su belleza y privacidad.
El lugar está rodeado de viñedos y cuenta con un restaurante con estrella Michelín, así como también tiene spa y helipuerto. De acuerdo con El País, se prohibió el uso de teléfonos celulares, además todo el personal que se contrató firmó contratos de confidencialidad.
A la lujosa boda habrían asistido 200 invitados, entre ellos, la hermanastra de Stella, la actriz Dakota Johnson, así como la legendaria actriz Tippi Hedren, abuela materna de la novia.
Antonio Banderas llevó a su hija al altar y se dejó ver muy feliz en un encuentro con la prensa. “Ha sido muy bonito, emocionante, estamos muy contentos”, dijo a los medios, con quienes brindó con champagne a las afueras del lugar.
La hija de Antonio y Melanie eligió un diseño con acento español para su boda, un vestido de encajes con el que lució espectacular. En imágenes publicadas por una famosa revista se puede apreciar con detalle su vestido de novia, un diseño confeccionado por la firma Rodarte, en gasa y con escote de estilo corazón.
Aunque rodarte es una firma de origen californiano tiene raíces similares a las de la propia Stella, ya que pertenece a las hermanas Kate y Laura Mulleavy que, a pesar de ser estadounidenses, han utilizado el apellido de soltera de su madre, el cual tiene pronunciación y de origen español, como la propia Stella.
El vestido deja los hombros al descubierto, y cuenta con un velo de tres metros de longitud, confeccionado en encaje. El vestido con toque gótico se complementó con unos pendientes de diamantes que rescató del joyero de su familia materna. Un detalle que llamó la atención de su look es el ramo de calas negras con el que Stella consiguió dar un toque gótico al mismo.
“Quería un vestido que pareciera sacado de una historia de fantasía. También algo un poco gótico, muy romántico e inspirado en el encaje español. Ha sido increíblemente divertido participar en cada detalle. Creo que refleja mi personalidad y mi estética a la perfección”, dijo.