Transformar uno de los musicales más icónicos del teatro mexicano en una serie de televisión no fue tarea sencilla. Luis Gerardo Méndez, productor de Mentiras, la serie, reveló en una entrevista cómo nació la idea, los desafíos que enfrentó y cómo un impulso onírico lo llevó a embarcarse en uno de los proyectos más ambiciosos de su carrera.
Me desperté un día en mi casa de Los Ángeles, lo soñé. Le marqué a José Manuel López Velarde, creador de la obra, y le dije: ‘Tu musical es una serie. Tenemos que hacerlo’
Así comenzó la aventura. José Manuel, quien llevaba años intentando hacer la película sin éxito, aceptó la propuesta. Ambos decidieron aislarse durante tres días en una casa en la playa de Oaxaca para desarrollar la idea. El resultado fue un borrador que convenció a Amazon, plataforma que decidió adquirir el proyecto.
Sin referencias, todo fue pionero
Uno de los mayores retos fue adaptar un musical de teatro —con duración de dos a tres horas— a un formato de serie de ocho episodios. En palabras de Méndez:
No hay referencias de cine o televisión musical en México. Tuvimos que inventarlo desde cero.
La complejidad del proyecto requería una visión cinematográfica sólida, y fue entonces cuando Luis Gerardo sumó a Gabriel Ripstein como director. Su perfil “nerd, obsesivo y con una cultura cinematográfica cabronsísima” —como lo describió Méndez— fue clave para terminar de estructurar la serie y llevarla a buen puerto.