A casi un año de la muerte de Matthew Perry, las autoridades dieron a conocer que el médico que atendía al actor, se declaró culpable de distribuir ketamina sin justificación médica.
Según el reporte del forense, el fallecimiento de Perry se debió a los efectos agudos de la ketamina, un potente anestésico disociativo que en los últimos años ha ganado popularidad.
Salvador Plasencia, reconoció en un acuerdo con la fiscalía que suministró repetidamente ketamina a Matthew sin un propósito médico legítimo en las semanas previas a su muerte.
La declaración anticipa una posible condena de entre 15 y 21 meses de prisión, aunque la decisión final dependerá del juez que lleve el caso.
Además de Salvador, otros tres acusados, también aceptaron su culpabilidad en un cargo por conspiración para distribuir ketamina.
Según los documentos, el médico que tenía una clínica en Malibú, donde vivía el conocido intérprete de Friends, distribuyó 20 viales de ketamina, así como cápsulas y jeringas, a Perry y a su asistente.