Miss Portugal publicó un comunicado en el que denunció que la organización descartó desde un principio la posibilidad de que candidatas casadas, con pareja o con hijos, pudieran aspirar a la corona, priorizando el compromiso exclusivo con el certamen. En el comunicado, explicó que durante los días de concentración se transmitió un mensaje claro a las concursantes: la reina debía estar completamente dedicada al proyecto y a la fundación, sin espacio para relaciones sentimentales.
“Se dijo que la reina reinante no tenía novio porque no había tiempo, que su compromiso era con la comunidad, y su matrimonio era con el proyecto”, dijo la portuguesa sobre una conversación que escuchó por parte de la organización del certamen, por lo que su sueño de competir por la corona terminó.
“Mi corazón se aceleró. Me congelé. miré a mi alrededor, esperando haber entendido mal. Varios concursantes, casados o en relaciones como yo, fueron visiblemente heridos”. Sin embargo, la modelo decidió continuar en el certamen a pesar de que se sintió en desventaja, independientemente de su desempeño.
Vitorino expresó que su participación nunca estuvo centrada en un sueño personal, sino en representar a todas las chicas jóvenes que aspiran a formar una familia. “El matrimonio me enseñó el verdadero compromiso: con otra persona, con un propósito, con una organización. La maternidad me enseñó resistencia y le dio un significado real a mis objetivos”.