Ozzy Osbourne, el carismático y controversial vocalista de la mítica banda Black Sabbath, murió este lunes a los 76 años debido a complicaciones derivadas de los múltiples problemas de salud que venía enfrentando en los últimos años. La noticia fue confirmada por su familia a través de un comunicado difundido en redes sociales, generando una ola de conmoción y homenajes en todo el mundo.
Nacido como John Michael Osbourne en Birmingham, Inglaterra, Ozzy fue una figura central en la creación del heavy metal, marcando un antes y un después en la historia del rock con su voz inconfundible, presencia escénica provocadora y una carrera llena de excesos, polémicas y también redenciones. Junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, fundó Black Sabbath en 1968, banda considerada por muchos como pionera del género y cuna de clásicos como Paranoid, War Pigs y Iron Man.
En los últimos años, Ozzy había hecho públicas sus luchas contra el Parkinson, diversas infecciones y secuelas de cirugías previas. Aunque intentó volver a los escenarios, su estado de salud fue deteriorándose progresivamente, hasta que su familia anunció su retiro definitivo en 2023.
La música pierde hoy a uno de sus titanes. Ozzy Osbourne no solo desafió los límites del rock, sino que se convirtió en un ícono cultural que trascendió generaciones. Su voz, su estilo único y su inquebrantable espíritu rebelde seguirán resonando en los amplificadores del mundo entero.