Antes de su relación con Florinda Meza, Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, estuvo casado con Graciela Fernández, con quien tuvo seis hijos.
Roberto conoció a Graciela a mediados del siglo XX, cuando ella tenía 15 años y él 22, en aquel entonces, “Chespirito” estaba buscando “una novia formal”, y quedó impresionado por la simpatía y apariencia de Graciela, con quien comenzó a frecuentarse hasta convertirse en novios a inicios de la década de los 50, cuando ambos decidieron comprometerse y casarse.
Para ese entonces, Gómez Bolaños estaba logrando estabilidad laboral, lo que dio solidez a su vida personal y profesionall.
A lo largo de su matrimonio, la argentina Graciela Fernández estuvo cerca del comediante, por ejemplo, lo acompañaba constantemente en sus viajes de trabajo y en grabaciones de programas como El Chavo del 8.
Sin embargo, su relación llegó a su fin tras varios años de convivencia, marcando un antes y después en la vida personal del actor.
Tras la separación, Graciela mantuvo un perfil bajo, alejada de los reflectores que siempre persiguieron a Chespirito, hasta su muerte el 29 de agosto de 2013, a los 84 años, por causas no reveladas públicamente.