A través de una contundente publicación en sus redes sociales, Sasha Sokol denunció que sostuvo una relación inapropiada con de Llano cuando ella tenía solo 14 años y él 39, señalando que había permanecido en silencio durante décadas por miedo y por las dinámicas de poder que la rodeaban.
La declaración marcó el inicio de una ola de reacciones públicas y de apoyo hacia la cantante, pero también abrió la puerta a un proceso legal que ha sido seguido de cerca por la opinión pública.
Sasha Sokol tomó la decisión de llevar el caso ante los tribunales con el objetivo de establecer un precedente sobre los abusos cometidos en la industria del entretenimiento. En su demanda, acusó a Luis de Llano de daño moral, alegando que sus declaraciones públicas minimizando la relación revictimizaron a la artista y afectaron su bienestar emocional.
Luis de Llano negó las acusaciones y defendió su versión de los hechos en diversas entrevistas, lo que intensificó la polémica. Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia falló a favor de la cantante y negó el amparo al productor.
Desde entonces, Sasha Sokol ha mantenido una postura firme y valiente, utilizando su experiencia como una plataforma para alzar la voz por otras víctimas de abuso. Su caso no solo expuso las heridas del pasado, sino que también abrió un debate necesario sobre la protección de los menores en ambientes artísticos. La batalla legal que emprendió se ha convertido en un emblema de resistencia y justicia dentro del ámbito cultural latinoamericano.