El rapero Sean “Diddy” Combs, fue condenado por transportar personas por todo el país, incluidas sus novias y trabajadores sexuales masculinos pagados, para participar en encuentros sexuales.
Combs y su equipo de defensa argumentaron que las mujeres eran participantes voluntarias y que ninguna de sus acciones violentas justificaba la gravedad de los cargos.
Al absolver a Sean “Diddy” Combs de tráfico sexual y crimen organizado, le dictarán sentencia por delito relacionado con prostitución. Sean se liberó de pasar el resto de su vida tras las rejas.
Sin embargo, pasará un largo tiempo en la cárcel, incluso se habla de que podrá ser hasta una década, que pondrá fin a su carrera como ejecutivo musical, empresario de moda, embajador de marca y estrella de televisión.
La Corte Federal concluyó que no existían pruebas suficientes para vincular de manera directa a Combs con una supuesta red de explotación que operaba dentro de su entorno empresarial y personal.
Durante el juicio, que se extendió por más de seis semanas, la fiscalía presentó testimonios y evidencia que apuntaban a una estructura organizada dedicada al reclutamiento y abuso de mujeres, supuestamente bajo el conocimiento y liderazgo de Combs. Sin embargo, la defensa logró sembrar dudas razonables sobre la veracidad de los testimonios clave y la legalidad de algunos procedimientos investigativos, lo que terminó debilitando el caso.
Tras el veredicto, Diddy evitó una posible condena de cadena perpetua. Aunque fue absuelto en este juicio, el artista aún enfrenta demandas civiles pendientes y una reputación seriamente afectada, lo que mantiene el caso en el ojo del huracán mediático.