A mediados de noviembre pasado, Shakira anunció que regalaría su Lamborghini morado a uno de sus fans a través de un concurso, y el lujoso auto ya tiene nuevo dueño.
Se trata de Michael Mejía, un artista colombiano que ganó el vehículo valorado en 350 mil dólares, alrededor de 7 millones de pesos mexicanos, en un concurso de videos organizado por la intérprete de ‘Hips don’t lie’.
“Se lo voy a regalar a un fan... es algo que he estado pensado, quiero que lo tenga un fan, alguien que sea feliz aquí en este carro y se acuerde de mí cuando lo maneje”, dijo Shakira en un reel hace unos meses.
Así fue como un fan se ganó el Lamborghini de Shakira
En entrevista con el medio colombiano NTN24, Michael Mejía reveló que le tomó seis días de trabajo realizar el video con el que ganó el concurso, en el que incluyó animaciones, efectos visuales y la conexión emocional que tiene con su familia.
“Involucré la parte emocional con mi madre, la conexión con las sobrinitas y también el proceso introspectivo de que me divorcié”, explicó el ganador al citado medio.
Además, Michael Mejía señaló que este premio ha impulsado su carrera, dándole reconocimiento mundial, pues gracias al concurso de Shakira, aumentó la visibilidad que tenía como artista.
“El sueño de todos los artistas es tener visibilidad y lo que ha hecho Shakira realmente es darme reconocimiento y llegar a todos los rincones del mundo con mi arte”.
El regalo inesperado de Shakira
Michael Mejía reveló que, además del Lamborghini, Shakira le otorgó 90 mil dólares, unos 1,828,562 pesos mexicanos, para cubrir los costos de los impuestos y seguros, sin embargo, aún así tuvo que desembolsar dinero adicional.
“Solo el trámite de cambiarlo de nombre y de tener un seguro de auto me está costando más de 60 mil dólares”, contó.
El ganador aún no recibe físicamente el lujoso y exclusivo auto, pero se espera que llegue en los próximos días.
La dura historia de Michael Mejía, el ganador del Lamborghini de Shakira
Tal como lo reveló NTN24, Michael Mejía es hijo de una madre inmigrante soltera, creció en Queens, Nueva York, en duras condiciones.
“Vivíamos en los sótanos de amigas, mientras mi mamá podía pagar un arriendo, habían ratones”.
Estas experiencias terminaron plasmadas en un libro que escribió para inspirar a otras personas con su historia de superación.
