En los años 30, Gabrielle “Coco” Chanel decidió construir su propio refugio en la Riviera Francesa. Lo hizo desde cero: Villa La Pausa, una casa sobre la colina con vistas inigualables al Mediterráneo, entre olivos y jardines perfumados. Más que una simple residencia, se convirtió en un punto de encuentro para grandes mentes del siglo XX, recibiendo a artistas como Salvador Dalí, la escritora Colette o el cineasta Luchino Visconti.
La icónica villa ha sido sometida a una meticulosa restauración bajo la dirección del arquitecto Peter Marino, colaborador de la maison durante más de 30 años. La Pausa reabrirá como una residencia privada y un espacio dedicado a la creación cultural, la inspiración y la educación, continuando el compromiso de Chanel con las artes.
Entre los guiños más destacados al universo de Coco destaca un baño de espejos inspirado en la icónica escalera Art Deco de su salón de alta costura en París. La villa, situada entre jardines de lavanda, jazmín, magnolias y glicinas.
Este renacimiento no solo recupera la belleza arquitectónica de un espacio íntimamente ligado a Chanel, sino que también reafirma su papel como símbolo de creatividad, elegancia y libertad. Villa La Pausa vuelve a ser ese rincón silencioso donde las paredes tienen mucho que contar.