En 2008, Sex and the City: The Movie nos regaló una de las escenas más recordadas de la cultura pop: el fallido intento de matrimonio entre Carrie Bradshaw y Mr. Big. El look nupcial de Carrie, firmado por Vivienne Westwood, se completó con un inesperado accesorio: un arreglo de plumas verdes que se convirtió en símbolo de aquel instante trágico y memorable.
Quince años después, este accesorio se consolidó como un objeto de culto. En 2023, Sotheby’s lo incluyó en su venta especial “Fashion Icons”, alcanzando un precio final de 24,000 dólares.
La pieza, usada por Sarah Jessica Parker en el rodaje, se convirtió así en uno de los objetos más codiciados por los coleccionistas y fans de la serie.
Hoy, este accesorio vive una segunda vida, consolidándose como parte del legado de la ficción que definió a toda una generación de mujeres y a la televisión de los 2000.