Con cuatro décadas de trayectoria como actriz y productora, se ha consolidado como una de las figuras más versátiles del cine nacional. Originaria de La Paz, Baja California Sur, Dolores ha ganado múltiples premios a lo largo de su carrera, y experimentado distintas corrientes de arte.
Nos reunimos con ella por la mañana, en la Cineteca Nacional, un lugar significativamente profundo, ella llegó puntual y con la mejor disposición para darnos la siguiente entrevista:
40 años de carrera se dicen fáciles. ¿Me puedes contar cómo era Dolores de chiquita, allá en La Paz?
Primero no era Dolores, era la Lolis, así me conocen mis amigos de la infancia y pues era una niña en medio de una familia muy grande, muchos hermanos.
Y todos muy escandalosos, risueños, alegres, juguetones, tremendos. Entonces, pues bueno, yo era una niña que no me caracterizaba por ser la más extrovertida. Entonces era un poquito más tímida que ellos.
Pero siempre muy observante, buena estudiante. Me encantaba el mar desde muy chiquitita. El sol me ha gustado siempre y soy desde niña también de risa fácil.
Me hacen reír mucho las cosas.
No tenía en mi cabeza la formulación de que yo iba a ser artista. Eso se fue construyendo con los años y sigue construyéndose.
¿Qué forma de arte en este momento de tu vida te identifica más?
Creo que todas son complementarias, todas las cosas que a mí me apasiona hacer, en donde no solo me apasionan sino que me ayudan a vivir, a explicarme la vida.
Siempre la escritura, canto mucho, cantar es algo que hago sobre todo para mí misma, la danza, danzo diariamente aunque sea 10 minutos, son mis formas de expresión. Pero el cine es el lugar al que siempre quiero regresar. Es el lugar probablemente más completo, donde siento que uno todas las cosas que he desarrollado desde hace muchos años. Ahí está mi lugar, mi lugar seguro, mi lugar amado, mi lugar entero, muchas veces mi desierto o mi bosque. Eso es el cine para mí.
¿Cuál ha sido el proyecto que más te ha impactado?
De los que yo he hecho no hay uno realmente, pero he hecho películas que llevo especialmente en mi corazón por todo lo que hubo alrededor de ellas, por cómo se hicieron, por lo que me estaba ocurriendo también a mí en ese momento. Probablemente ‘Santitos’, ‘Dos Crímenes’, ‘Huérfanos’ de Guita Schyfter y sin duda ‘Pedro Páramo’.
Siempre lo he pensado: en la vida o en el arte, ser una curandera. Eso es algo que me gustaría ser.
En ‘Pedro Páramo’, tu personaje dice: ‘Todo consiste en morir cuando uno quiere y no cuando él disponga’. ¿Cómo te gustaría a ti ser recordada?
Fíjate que no es algo que me preocupa para nada, para nada. Eso se lo dejo a cada uno, que me recuerden como les dé la gana. Yo estoy viviendo la vida y eso es lo que me ocupa: vivirla bien, lo mejor posible.