En un momento solemne y lleno de historia, la Princesa de Gales volvió a demostrar que el respeto y la elegancia pueden ir de la mano. Durante el último adiós a Katharine, Duquesa de Kent, Kate escogió un outfit completamente negro, acorde al protocolo, que destacó por un accesorio clásico y atemporal: su bolsa Chanel, símbolo de sofisticación y discreción en uno de los eventos más importantes de la realeza británica de este año.
La bolsa Chanel: discreción y lujo atemporal
El bolso Chanel negro con cadena dorada que llevó Kate es uno de los accesorios más icónicos de la maison francesa. Su diseño acolchado, su estructura compacta y su broche “CC” la convierten en una pieza clásica, perfecta para ceremonias solemnes. En esta ocasión, su elección reforzó la imagen de sobriedad y respeto, al mismo tiempo que aportó un toque de alta costura francesa al atuendo.
Kate combinó su Chanel con un abrigo largo negro de corte impecable, medias negras, stilettos en punta y guantes a juego. Como dicta el protocolo, añadió un sombrero tipo pillbox con velo y joyas discretas: perlas y un collar corto, evocando un aire clásico y refinado. Este conjunto no solo cumplió con las reglas del luto real, sino que reafirmó su lugar como referente de estilo sobrio y sofisticado.