La televisión siempre ha sido un escenario perfecto para enamorarnos de personajes inolvidables. Algunos se convirtieron en íconos de toda una generación, otros son el crush del momento y varios lograron trascender la pantalla gracias a su carisma y talento.
Aquí reunimos a 10 galanes de series que, sin importar la época, siguen robando suspiros.
Jess Mariano – Gilmore Girls
El eterno chico malo de Stars Hollow. Con su aire rebelde, sarcasmo afilado y mirada intensa, Jess se convirtió en el favorito de quienes buscaban algo más profundo que un galán perfecto. Milo Ventimiglia logró darle vulnerabilidad detrás de la coraza, y por eso nunca lo olvidamos.
Chuck Bass – Gossip Girl
El heredero millonario más enigmático del Upper East Side. Chuck era excéntrico, impredecible y sofisticado, con un estilo inconfundible. Su evolución —de villano arrogante a un hombre complejo y apasionado— lo consolidó como uno de los grandes galanes de la TV de los 2000.
Damon Salvatore – The Vampire Diaries
El vampiro más seductor de la pantalla. Con esa mezcla de peligro, encanto y humor sarcástico, Damon conquistó incluso a quienes sabían que era una mala idea enamorarse de él. Ian Somerhalder le dio vida a un personaje magnético que redefinió el arquetipo del “bad boy”.
Conrad Fisher – The Summer I Turned Pretty
El galán melancólico de la nueva generación. Conrad es sensible, reservado y con una intensidad que lo vuelve irresistible. Christopher Briney supo capturar a la perfección ese aire de primer amor complicado, convirtiéndolo en el favorito de la serie que arrasa en streaming.
Joel Miller – The Last of Us
El “papá de Internet” y mucho más. Con The Last of Us, Pascal consolidó su lugar como uno de los actores más queridos de la actualidad. Su interpretación de Joel mostró a un hombre endurecido por la vida, pero con una ternura oculta que lo vuelve doblemente atractivo.
Cameron Sullivan – The White Lotus
El galán magnético y provocador. En The White Lotus, Theo James encarnó a Cameron con una mezcla explosiva de atractivo físico, arrogancia y complejidad moral. Ese personaje dejó claro por qué el actor británico sigue siendo uno de los favoritos del público.
Dylan McKay – Beverly Hills, 90210
El ícono de los 90. Dylan fue el epítome del chico misterioso con corazón herido. Con su actitud rebelde y vulnerable a la vez, Luke Perry marcó a toda una generación y se convirtió en uno de los galanes televisivos más recordados de la historia.
Jeremiah Fisher – The Summer I Turned Pretty
El opuesto luminoso de Conrad. Jeremiah es divertido, cálido y encantador, el típico chico que conquista con una sonrisa. Gavin Casalegno logró crear un personaje fresco y entrañable, consolidando el eterno debate entre “Team Conrad” y “Team Jeremiah”.
Ryan Atwood – The O.C.
El chico de orígenes humildes que conquistó Newport Beach. Ryan combinaba rudeza y nobleza, y representaba el contraste perfecto frente a su entorno privilegiado. Su carácter protector y mirada profunda lo convirtieron en uno de los galanes más entrañables de la televisión de los 2000.
Adam Brody – Nobody Wants This
De Seth Cohen a su nueva era. Adam Brody pasó de ser el adorable chico indie en The O.C. al galán adulto en proyectos más maduros como Nobody Wants This. Su encanto geek, ingenio y autenticidad lo mantienen vigente como uno de los crush favoritos de varias generaciones.
Joe Goldberg – You
El caso más polémico de la lista. Aunque Penn Badgley conquistó en su momento como Dan Humphrey en Gossip Girl, su personaje Joe Goldberg en You generó debate global. El actor ha insistido en que no debe romantizarse a un asesino, y por ello en la última temporada la serie lo retrata con crudeza absoluta, recordándonos que el verdadero atractivo está en el talento actoral, no en la oscuridad del personaje.
Christopher Hayden – Gilmore Girls
El padre de Rory y el gran amor intermitente de Lorelai. Christopher fue el galán adulto de la serie: encantador, atractivo y con un aire de inestabilidad que lo hacía tan irresistible como problemático. Un personaje complejo que representaba el eterno “qué hubiera pasado si…”.
Ya sea que nos hagan suspirar con su rebeldía, emocionarnos con sus historias de amor imposible o intrigarnos con su oscuridad, estos galanes nos recuerdan que la magia de las series no está solo en los guiones, sino en los personajes que llegan para quedarse con nosotros.