Para James Corden, Halloween debería ser una fiesta pensada para los niños. El ex conductor de The Late Late Show contó que, aunque le encanta ver a los más pequeños disfrutar de disfraces y dulces, no comparte el entusiasmo con el que los adultos en Estados Unidos celebran la fecha.
En América los adultos están realmente metidos en esto. Te preguntan: ‘¿De qué te vas a disfrazar?’ y yo respondo: ‘De nada, mis hijos son los que se disfrazan’. Entonces la gente cree que soy una persona terrible.
Corden, que vivió varios años en Los Ángeles, aseguró que en el Reino Unido Halloween no tiene el mismo nivel de obsesión y que le resulta curioso ver cómo los adultos estadounidenses convierten la noche del 31 de octubre en una especie de competencia creativa.
Aunque su postura ha generado reacciones divididas, muchos coinciden con él: tal vez Halloween se ha convertido en algo más que una simple fiesta de disfraces, y no todos se sienten cómodos con ello.