El esperado álbum de Rosalía: “LUX”, se presenta como una pieza orquestal de gran fuerza emocional, donde la música se convierte en un lenguaje universal que trasciende fronteras y géneros. Ella es productora ejecutiva, además de contar con la participación de la Orquesta Sinfónica de Londres y las colaboracones de Björk, Carminho, Estrella Morente, Silvia Pérez Cruz, Yahritza e Yves Tumor.
Un artista duda menos de su vocación cuando trabaja al servicio de Dios, que cuando trabaja al servicio de sí mismo.
En un disco que parece más una oda a la búsqueda y la fe, plasmado a través de sus letras, un elemento que según Rosalía, es lo más clave en sus canciones. Además de destacar las piezas de archivo que usó de Alexander McQueen para su video musical “Berghain”.
Lo que vertebra el disco son las palabras. Casi iba antes la palabra que la música. Es como si estuviera al servicio de las palabras y del texto.
Después de 3 años sin sacar algún disco, Rosalía confiesa lo difícil que fue grabar todas las canciones, con matices incluso operísticos y 13 idiomas en puerta.
A través de acercarme— desde la curiosidad y el amor— por entender cómo el otro entiende la fe, la espiritualidad y cómo es estar en el mundo.
La cantante española concluyó, con una bella reflexión acerca de cómo en un mundo sin certeza, la fe en estos tiempos puede resultar incluso revolucionaria, casi como una salvación. En un disco que toca a Dios como la narrativa principal, Rosalía lo describe como su propia búsqueda a través del arte.