La adaptación del cuento escrito por Dr. Seuss, sobre una criatura que aborrece la Navidad, fue un fenómeno en taquilla. La cinta dirigida por Ron Howard e interpretada por Jim Carrey, incluyó una serie de retos.
A 25 años del filme, se reveló el proceso al que se sometió el actor para ser El Grinch. Según Vulture, el especialista en maquillaje y caracterización Rick Baker, explicó que Carrey tuvo un complejo proceso de maquillaje y prótesis. En el propio artículo publicado en el medio antes mencionado, el propio Carrey recordó, “cuando llegó el momento de diseñar al Grinch para que verdaderamente se pareciera al Grinch, debían colocar la nariz del personaje para que coincidiera con mi nariz, pero todo quedaba cubierto y tuvieron un verdadero problema intentando hacer los agujeros en la máscara para que pudiera respirar por la nariz. Finalmente tuve que respirar durante todo el rodaje, por la boca”. contó.
Además, esto implicó que se enfrentara a varias dificultades, “el traje estaba hecho de un incómodo pelo de yak que no dejaba de picar, y eso me enloquecía durante todo el día. Tenía una prótesis en los dedos de 25 cm de largo, así que tampoco podía rascarme, ni tocarme la cara. Me habían puesto una dentadura para la que tenía que encontrar la forma de hablar, y lentes de contacto que me tapaban todo el globo ocular”.
La desesperación del actor lo llevó a sufrir ataques de pánico durante todo el rodaje, incluso advirtió que podría abandonar el proyecto luego del primer día de filmación, sin importar que recibiría un pago de 20 millones de dólares.
En medio de las dificultades que enfrentaba el actor, la producción convocó a un agente especializado en tolerar torturas en contextos de guerra, o en prisiones enemigas.
El propio actor contó, “Richard Marcinko era un hombre de la CIA, entrenado por agentes de la CIA, sobre cómo soportar torturas. Me había dado una serie de instrucciones para seguir, cuando sintiera que comenzara a desesperar, como golpearme en la pierna lo más fuerte que pudiera... también cambiar los patrones en la habitación. Si cuando empezaba a perder el control había una tele prendida, entonces apagarla y poner la radio. También fumar todo lo que pudiera, al respecto hay muchas fotos mías caracterizado como El Grinch, sentado en la silla del director fumando”.
Gracias a la ayuda del agente, Carrey logró sobrevivir al rodaje de la película, además de escuchar la música de los Bee Gees furante el proceso de maquillaje. “Lo que en última instancia me ayudó con todo ese proceso de maquillaje, fueron los Bee Gees. Mientras me maquillaban, escuchaba todos sus discos, porque su música me resultaba muy alegre. Nunca conocí a Barry Gibb, pero eso se lo quiero agradecer”, relató.