Hoy se cumplen cuatro años del fallecimiento de Vicente Fernández, una de las figuras más importantes en la historia de la música mexicana. Aunque su presencia física ya no está, su voz, su repertorio y su influencia continúan marcando generaciones, escenarios y emociones. En esta fecha, el recuerdo del Charro de Huentitán vuelve a cobrar fuerza, no solo en la memoria colectiva, sino también en la voz de su hijo, Alejandro Fernández.
Yo era muy vago, brincaba de un lado para otro, y siempre me regañaba. Pero al mismo tiempo, él nos regalaba los caballos, me regalaba las motos, me regalaba todas las cosas que le preocupaban y que a mí me gustaban hacer.
El peso de cantar lo que marcó a México
Más allá de interpretar estas canciones en vivo, Alejandro explicó que grabar un disco dedicado al repertorio de su padre fue una experiencia completamente distinta. “Ahí sí me empezó a mover el estómago”, confesó.
El cantante habló del peso y la responsabilidad que implica dejar un registro permanente, no con la intención de mejorar las canciones originales, sino de volver a acercarlas a nuevas generaciones que quizá no tuvieron la oportunidad de escuchar a Vicente Fernández en vivo.
No es tratar de mejorar las canciones, sino traerlas de nuevo a un público que tal vez no le tocó escuchar a mi papá.
Ese proceso emocional tomó forma en De Rey a Rey, el disco más reciente de Alejandro Fernández, lanzado en abril de 2025. El álbum fue grabado en vivo en la Plaza de Toros La México, uno de los recintos más emblemáticos de la música ranchera, y producido por Edén Muñoz.
El proyecto no solo rinde homenaje a Vicente Fernández, sino que reafirma el compromiso de Alejandro con la música mexicana, su historia y su permanencia. De Rey a Rey se presenta como un puente entre generaciones, donde el legado de su padre se honra.