Kevin Jonas abrió su corazón al hablar sobre una de las etapas más complejas que vivió junto a su familia, cuando la iglesia —de la que sus padres formaban parte como líderes— les dio la espalda en los inicios de los Jonas Brothers.
En los primeros años de su carrera, el trío de hermanos enfrentó críticas de su iglesia local por dejar atrás la música cristiana para dedicarse al pop. Esa decisión provocó tensión dentro de su comunidad religiosa, marcando un antes y un después para toda la familia Jonas.
Años después, Kevin ha encontrado una manera más personal y madura de relacionarse con la espiritualidad. En una reciente entrevista, compartió cómo ha aprendido a vivir su fe de forma más libre y consciente:
Aún tengo una relación con Dios y con la iglesia, es importante para mí. Es como crecí, pero se ha vuelto algo más que eso. Es una relación que tengo y que quiero seguir construyendo. Hoy entiendo que no todo es blanco o negro; hay mucho más gris que claridad.
Con esta reflexión, el mayor de los Jonas Brothers muestra una visión más equilibrada y humana, enfocada en el crecimiento y la autenticidad, lejos de los extremos que marcaron su pasado.