Rosalía vuelve a desafiar los límites del arte y la música con su nuevo sencillo “Berghain”, una pieza visualmente impactante que combina referencias al arte clásico, los cuentos de hadas y la religión para hablarnos de algo más profundo: la dualidad entre la inocencia y la pasión.
A primera vista, el videoclip parece un performance minimalista lleno de simbolismo, pero al observar con detenimiento, las conexiones son claras. Rosalía no solo canta en alemán, sino que parece haber tejido una red de significados que une tres mundos distintos: Blancanieves, La Dama y el Armiño y el lenguaje religioso del sacrificio.
La Dama y el Armiño: inocencia y deseo
El retrato de Leonardo da Vinci, que representa a Cecilia Gallerani —cantante y amante del duque de Milán, Ludovico Sforza— es clave para entender el mensaje del video. En la pintura, la mujer sostiene un armiño blanco, símbolo tanto de la pureza como del deseo reprimido.
Rosalía retoma esa dualidad para representar a una figura que transita entre la candidez y la pasión, entre el alma que se entrega y el cuerpo que se resiste.
Blancanieves: la inocencia sacrificada
Otro de los hilos simbólicos es el cuento de Blancanieves. En la versión original de los hermanos Grimm —escrita en alemán, el mismo idioma que canta Rosalía el inicio de Berghain— la historia no solo habla de pureza, sino de sacrificio.
El cazador salva a Blancanieves entregando el corazón de un ciervo inocente, una metáfora de cómo la inocencia solo sobrevive cuando otro corazón se ofrece en su lugar.
Rosalía parece retomar ese sacrificio como un espejo de lo que significa mantener la pureza en un mundo dominado por la tentación y la pérdida.
El símbolo del corazón y la figura de la mártir
En el video también se aprecian referencias religiosas: el Sagrado Corazón rodeado de espinas —símbolo del sufrimiento y la redención— y la propia Rosalía con los brazos en cruz, evocando la imagen de una mártir moderna.
Su postura no es de rendición, sino de entrega. Es la artista ofreciendo su vulnerabilidad como parte del arte, recordándonos que la pasión y el dolor a menudo son dos caras de la misma moneda.
Entre la inocencia y la pasión
En “Berghain”, Rosalía no solo canta; declara una nueva era artística.
Cada imagen, cada gesto y cada nota parecen desafiar la idea de que lo puro y lo pasional no pueden coexistir. Al igual que La Dama y el Armiño o Blancanieves, la artista se sitúa en ese espacio intermedio donde el arte se vuelve espejo del alma.
Más que un videoclip, Berghain es una obra visual que redefine el imaginario de Rosalía: entre la devoción y el deseo, entre la santidad y el sacrificio.