Diane Keaton, icónica actriz de clásicos como “El Padrino” y “Annie Hall”, falleció este 11 de octubre en California. Diane adoptó a su primer hijo Dexter en 1996, y años después a Duke en 2001.
A lo largo de su vida, la actriz mantuvo relaciones amorosas con famosos como Woody Allen, Al Pacino y Warren Beatty, sin embargo, siempre defendió su independencia emocional y financiera.
Keaton dejó una fortuna estimada en más de 100 millones de dólares, que probablemente heredarán sus dos hijos adoptivos, según informó Daily Mail.
Su fortuna provino de su exitosa trayectoria en el cine, donde además de actriz fue directora, productora y escritora, y sus inversiones inmobiliarias. Entre sus propiedades más destacadas figuran una casa en Laguna Beach, otra en Pacific Palisades y una residencia en Tucson, Arizona. La actriz fue una reconocida inversionista en bienes raíces en California, donde poseía varias propiedades valoradas en millones.
Durante el último año de su vida, Keaton se mantuvo alejada de los focos, limitó sus apariciones públicas y eligió la privacidad en su residencia de Brentwood, Los Ángeles, donde vivía con su amiga fiel, una perrita golden retriever Reggie, con quien solía salir a caminar.
Se sabe que Diane prefería vivir bajo sus propias reglas, por lo que siempre priorizó su independencia. A pesar de que interpretó a muchos personajes donde fue una mujer enamorada, decidió no casarse.
La propia actriz explicó que su rechazo al matrimonio proviene de una convicción profunda, señalando que el matrimonio implicaba una dedicación al rol de compañera que no estaba dispuesta a asumir.
“Un día, en la escuela secundaria, un chico me dijo: ‘Algún día vas a ser una buena esposa para un hombre’. Y recuerdo que pensé: '¿Quiero yo eso? No creo que quiera que mi papel en la vida sea el de una buena esposa”.
Un amigo cercano a la actriz dijo a People que su salud se deterioró, por lo que pasó los últimos meses rodeada únicamente de sus familiares más cercanos, en un entorno de absoluta privacidad.