El día a día de Crystal se han producido un sinfín de cambios en los últimos tres meses.
Tras el fallecimiento de Hugh Hefner el pasado septiembre a los 91 años, la guapa rubia que le acompañaba en sus apariciones públicas y que no todos sabían que se trataba de su tercera esposa, no de una más de sus muchas novias, ha dejado atrás su carrera como chica de portada para volcarse en su trabajo humanitario, mientras trata de superar el duro golpe que supuso la pérdida de su marido.
“Le echo de menos cada día. Me enseñó muchísimo; con él aprendí mucho sobre el amor, y sobre la amabilidad. Era encantador con cualquier persona, siempre le abría las puertas de su casa a todo el mundo, daba igual quién fueras”, ha recordado la joven viuda en una entrevista a la edición australiana The Sunday Telegraph.
Al margen de su mudanza lejos de la mansión Playboy -que Hefner vendió en vida con la condición de poder seguir residiendo en ella hasta su muerte-, en el día a día de Crystal se han producido un sinfín de cambios en los últimos tres meses, comenzando por su propia imagen, que ahora se aleja radicalmente del estereotipo de sex-symbol que proyectaba junto a su marido.
“Nunca he sido del tipo de chica que opta por los tacones, los vestidos o por un maquillaje recargado. Puede que antes sintiera la necesidad de arreglarme más al formar parte de Playboy o al ser una Playmate, para ser fiel al papel que representaba. Creo que ahora soy más yo misma, lo cual quiere decir que soy más sencilla, llevo menos maquillaje, porque así es como me siento más cómoda”, reconoce.
Pese a que sobre el matrimonio siempre planeó la sombra de la duda acerca de los motivos que habrían llevado a Crystal a casarse con un hombre seis décadas mayor que ella, lo cierto es que todos los rumores coinciden en que la modelo se convirtió en el principal apoyo del empresario para que disfrutara al máximo de sus últimos años, e incluso se habría encargado de acompañarle a todas sus citas médicas con el fin de no cargar de más responsabilidades a sus hijos: Christie (64) y David (62), fruto de su primer matrimonio con Mildred Williams, así como Marston (27) y Cooper (26), de sus segundas nupcias con Kimberley Conrad.
De hecho, tras las reticencias iniciales, los familiares de Hefner habrían acabado reconociendo y apreciando enormemente las atenciones que la maniquí dedicaba a su anciano marido.
