El actor y cineasta estadounidense Woody Allen le rindió un emotivo homenaje a Diane Keaton en un artículo publicado en The Free Press, donde Allen describió a la actriz como “una persona única en el mundo que probablemente no se vuelva a ver jamás”, y añadió que “su rostro y su risa iluminaban cualquier espacio en el que entraba”.
Allen recordó el primer encuentro con Diane en 1969 durante los ensayos de su obra “Play It Again, Sam”, antes de dirigir ocho películas con ella, incluyendo “Annie Hall”, por la que ganó el premio a la Mejor Actriz en los Oscar de 1977.
“Ella era tímida, yo era tímido, y cuando dos personas tímidas se juntan, las cosas pueden ponerse bastante aburridas. Por casualidad hicimos un descanso al mismo tiempo y acabamos compartiendo un bocado rápido en un local de la Octava Avenida. Ella era encantadora, tan hermosa, tan mágica, que pensé: '¿Es posible enamorarse tan rápido?’.
“Jamás el planeta ha conocido ni es susceptible de conocer de nuevo un rostro y una sonrisa que iluminen así los espacios por los que ella pasaba”.
“Con el tiempo, hice películas para una sola audiencia, Diane Keaton. Nunca leí una sola reseña de mi trabajo y solo me importaba lo que ella tuviera que decir al respeto. Si a ella le gustaba, consideraba que la película era un éxito artístico, ", dijo Woody, con quien Diane protagonizó la película “Annie Hall”.
En la icónica cinta, Keaton interpretó el papel de una mujer peculiar y de espíritu libre que se enamora de Alvy Singer, a quien interpreta Allen, pero su romance no solo quedó en la pantalla, sino también en la vida real.
“Pasamos unos años maravillosos juntos y finalmente ambos seguimos adelante. Solo Dios y Freud podrían averiguar por qué nos separamos”, comentó Allen quien concluyó con, “hace unos días, el mundo era un lugar en el que estaba Diane Keaton. Ahora es un mundo en el que ya no está. Por lo tanto, es un mundo más triste. Aún así, quedan sus películas. Y su gran risa sigue resonando en mi cabeza”.