Aislinn Derbez abrió su corazón al hablar de cómo la fama de su padre, Eugenio Derbez, marcó su infancia y la de sus hermanos. En una reciente confesión, la actriz recordó que las salidas familiares a restaurantes se convertían en largas jornadas de espera, donde la convivencia quedaba en segundo plano frente a las exigencias de la popularidad.
Si estábamos en un restaurante tres horas, las tres horas eran dar fotos y no cruzar una palabra con él. Y él lo permitía. Entonces era doloroso para los hijos.
La actriz relató que, en aquella época, los fans no pedían selfies como ocurre ahora, sino autógrafos, lo que hacía que la espera fuera aún más larga:
Todo era autógrafo, entonces tardaba el triple. Estábamos comiendo sus hijos y él, y se hacía en nuestra mesa una cola enorme que salía hasta afuera, todos con su libretita pidiendo autógrafo.
Aislinn señaló que, aunque admiraba la entrega de su padre hacia sus seguidores, para ella y sus hermanos fue un proceso doloroso: no había momentos de convivencia real en familia, pues Eugenio dedicaba todo el tiempo a atender a cada persona que se acercaba.