Carolina Herrera eligió la Plaza Mayor de Madrid para presentar su nueva colección ante 800 invitados entre celebrities nacionales e internacionales en un hito histórico para la ciudad que no acogía un evento de moda de esta categoría desde 1959, cuando la duquesa de Alba celebró en el Palacio de Liria una fiesta (a modo de gala benéfica) donde se presentó la colección Trapèze de Dior.
Por primera vez, la firma ha llevado fuera de Nueva York su desfile coincidiendo con la Mercedes-Benz Fashion Week. El director creativo expresó. “Hay algo en el ritmo de esta ciudad, su apetito por la vida, que me inspira cada temporada y encarna profundamente a la mujer Herrera”.
El centro de la plaza se cubrió por una pasarela blanca en la que desfilaron las modelos luciendo las piezas de esta colección. Una línea bañada por colores cálidos, entre los que han destacado el rojo, fucsia, violeta, rosa, negro azabache, entre otros.
Como ya es habitual en el sello de Carolina Herrera, las flores estuvieron presentes en un gran número de sus prendas, incluyendo el clavel, la flor de Madrid, así como la violeta, un guiño a los caramelos típicos de la ciudad. Además, rosales y diseños con mucho movimiento, bordados y pedrería.